Navegando con una zorra rubia que se dejó follar en la cubierta del barco
Desde que me compré el barco no me canso de follarme todas las semanas a una zorra distinta. A las mujeres les encanta navegar, y están dispuestas a hacer cualquier cosa con tal de pasar un fin de semana en altamar. Así siempre consigo que hagan lo que yo quiero, y follármelas es lo de menos. A esta rubia, por ejemplo, me la follé en la cubierta. la guarra no tuvo problemas en desnudarse al aire libre a pesar de que podían vernos desde otros barcos cercanos. Me dejó follarla en todas las postura, me chupó bien la polla y me prometió que, la próxima vez que la invitara, vendría con una amiga…