Invité a mi vecina venezolana a desayunar y me tenté con su culo
El primer día que conocí a mi vecina venezolana, me la follé. Sí. Parece increíble, pero así de fácil fue. Me la encontré en el ascensor y me contó que acababa de comprar las cosas para desayunar pero estaba triste por no tener con quién compartirlas. Obviamente, la invité a desayunar a casa. Era obvio que la guarra estaba necesitando una buena follada, así que apenas entró le toqué el culo. Ella se volteó y me preguntó qué acababa de hacer, pero lejos de cabrearse, volvió a voltearse y me puso el culo en pompa. ¡La muy zorra me estaba invitando a bajarle el pantalón y follármela ahí mismo!