La hermanastra pelirroja de mi mejor amigo tenía fantasías interraciales
La hermanastra pelirroja de mi mejor amigo no sabía que yo iría a la casa aquella tarde, ya que ni siquiera se lo había dicho a él. Por eso, me llevé la sorpresa de que mi amigo no estaba, y ella, de que si me invitaba a entrar a esperarlo, tendría la oportunidad de tenerme a solas para ella sola. Yo no sabía que tenía fantasías conmigo. Ni siquiera que le gustaban los negros. La guarra, después de confesarme que tenía muchas ganas de probar el sexo interracial, sacó mi polla y se puso a chupármela. ¡Cómo no iba a follármela bien follada estando tan entregada!