Misha Cross se merecía una doble penetración del marido y el amigo
Misha Cross estaba muy cabreada y tenía sus razones. Llegar a la casa y encontrarse con que el marido tenía a un amigo de visita y la mesa estaba sin recoger, no era lo que se esperaba al abrir la puerta. Inmediatamente comenzó a reñir con el esposo, pero él intentó tranquilizarla para no montar un escándalo delante del amigo. ¿Cómo se calma a una zorra como Misha? Pues, con un poco de sexo. Primero unas caricias, después unos morreos… y enseguida sacó la polla y la llevó al sofá para que se la chupara delante del amigo. El chaval hizo lo mismo y la pelirroja se comió los dos rabos, así que se quitaron la ropa, comenzaron a follársela por turnos y acabaron rompiéndole el culo haciéndole una doble penetración para el infarto.