Nuestra aventura exhibicionista terminó con una mamada en el parque
De todas nuestras aventuras sexuales, la que mejor recuerdo y la que más he disfrutado es esta, la que acabó con una rica mamada en medio del parque. Es que fue totalmente inesperada, ya que a mi novia se le ocurrió darme una de esas sorpresas sexuales que tanto me gustan. Mientras estábamos paseando, me dijo al oído que debajo del abrigo no llevaba nada de ropa, y mi polla se puso dura en el acto. Para demostrármelo, se abrió la cazadora y, efectivamente, solo llevaba las bragas y el sujetador. Ella se dio cuenta enseguida de mi erección, así que nos alejamos un poco de la gente, se arrodilló, sacó mi polla y se puso a chupármela sin parar hasta que me corrí. ¡No sabéis el morbo que sentí!