Mi amigo el tímido se animó a follarme
Pillar a mi amigo el tímido masturbándose me dio mucha ternura, pero a la vez me provocó una excitación tremenda. Pensé en todas las mujeres a las que querría follarse y no podía por su timidez y, por supuesto, me incluía entre ellas. Eso me llevó a darle una oportunidad, aun sabiendo que para eso tendría que ser yo la que lo provocara y diera el primer paso aunque me viera como una zorra. Por suerte no me costó demasiado. Él ya tenía la polla dura, así que bastó con que se la chupara un poco para que se animara a follarme en ese mismo momento. ¡La cara que puso cuando me quité la ropa y me quedé desnuda frente a él enseñándole las tetas y el chocho!