Compartiendo la polla de mi padrastro con mi mejor amiga
La polla de mi padrastro es un verdadero monumento al sexo, digno de ser exhibido en público en la plaza central de la ciudad. No solo por su tamaño y su contextura, sino también por la calidad con la que él sabe usarlo a la hora tanto de follarme como de hacérmela mamar. Los polvos que nos echábamos eran un secreto entre los dos, pero yo necesitaba compartirlo con alguien más así que le pedí permiso para contárselo a mi mejor amiga. Él aceptó con la condición de follarnos a las dos juntas. A mi amiga, cuando le conté cómo era su rabo, le encantó la propuesta. Menudo trío acabamos montando. ¡Fue hermoso mamarle la polla las dos juntas!