Le comí el coño a la masajista latina y me la follé
A parecer a la masajista latina le gustó mucho mi polla. Apenas me quitó la toalla y me vio el rabo, me lo embadurnó de aceite y empezó a masturbarme. Lo miraba con mucho deseo mientras yo empezaba a tocarle las tetas, cosa que la puso a mil por hora. Entonces, comenzó a hacerme una paja cubana con las domingas y le pedí que se sentara sobre mi cara en la postura del 69. Entonces, corrí sus bragas con la lengua y empecé a comerle el coño. Ella se metió mi polla en la boca para mamármela, y nos calentamos tanto que inevitablemente acabamos follando.