Colegiala desesperada quiere probar la polla enorme del papá de la amiga
Si hay algo de lo que las mujeres deberían cuidarse es de no hablar del tamaño de la polla de sus maridos delante de otras tías. Por bocas, la esposa de este maduro acabó convirtiéndose en cornuda, después de haberse jactado del rabo enorme de su esposo frente a las compañeras del instituto de la hija. Esta colegiala morena es tan puta que investigó cuales eran los horarios en los que el hombre estaba solo en la casa para ir exclusivamente a probar esa polla. Obviamente, ante semejante pibón de 18 años, el hombre no se puso resistir y terminó follándosela en todas las poses. Ahora se ven todas las semanas, y cuando no tienen tiempo de follar, ella lo visita en el curro para hacerle al menos una mamada.