Intercambio de parejas termina con unas buenas corridas faciales
Este intercambio de parejas cambió nuestras vidas para siempre. Sabíamos que una vez que nos atreviéramos a follar con otras personas y a ver cómo se follaban a nuestras parejas, seguramente nada volvería a ser igual, pero no nos imaginábamos que sería todo tan bueno. En primer lugar, tanto mi novia como la de mi amigo se animaron a comerse los coños y hacer tijeras como si fueran lesbianas de toda la vida. Eso nos puso muy cachondos a los cuatro, pero lo mejor llegó al final, después de follarnos a las dos zorras, cuando nos dejaron corrernos sobre sus rostros. ¡Lo que mi novia no me había dejado hacer en años, ahora lo estaba haciendo como una puta de esquina con mi mejor amigo!