Gordita follada y desnudada por robar en la tienda
¡Qué iba a imaginarse esta gordita que en esa tienda había cámaras de seguridad por todos lados! Se sentía tan segura robando todo lo que le gustaba que, cuando el guardia de seguridad se le acercó, ni siquiera creyó que sospechara de ella. La pobre acabó en una oficina, quitándose la ropa delante a él y muriéndose de vergüenza al quedarse completamente desnuda. Pero eso solo sería el comienzo de la pesadilla, ya que el hombre le había puesto un alto precio a su libertad, y la gordita tendría que pagarlo en carne. Todavía no puede olvidar el sabor de la polla del guardia mientras le follaba la boca ni el dolor que le hizo sentir cuando le penetró el coño para follársela hasta correrse.