La ninfómana Jessi Palmer quiere que el hermanastro Michael Vegas se la folle mas duro
Una noche de borrachera en la que Jessi Palmer estaba a solas con su hermanastro Michael Vegas en la casa, se abrió la caja de Pandora de la pelirroja y, desde entonces, se ha vuelto una ninfómana insaciable. Esa noche se echaron el primer polvo. La pelirroja quedó encantada de la vida y ahora no para de querer follárselo todo el tiempo. La zorra se le aparece desnuda en cualquier momento, se le sienta encima, lo roza, le toca la polla, se la chupa y lo vuelve loco hasta que él la penetra. Ella lo disfruta con tanta locura que se desespera al sentir su rabo dentro del coño y se pone a cambiar de poses todo el tiempo buscando que le entre cada vez más al fondo.