Una tarde a puro sexo con dos zorras en el barco
Desde que me compré el barco, me lo paso de cojones follando mas que nunca antes en mi vida. Las mujeres se me echan encima y, con tal de pasar una tarde navegando bajo los rayos del sol, son capaces de hacerme cualquier tipo de propuestas indecentes. La mejor de todas fue sin dudas la que me hicieron estas dos zorras. Las guarras me prometieron que me chuparían la polla juntas y me dejarían follarlas todas las veces que quisiera. Así fue como empezamos a follar en la cubierta apenas zarpamos y, al caer el sol, entramos para seguir follando adentro hasta el anochecer.