Venera Maxima le regala un beso negro al fotógrafo
A Venera Máxima le costaba mucho disimular lo mucho que se estaba excitando posando sexy para el fotógrafo. Veía que el tío se estaba calentando al tenerla en lencería delante suyo, y eso la ponía al cien. Cuando notó que el tío tenía una importante erección, no pudo evitar tocarle la polla y pedirle que se la enseñara. La muy zorra empezó a chupársela y, para calentarlo bien, se puso a jugar con los dedos en su culo. El chaval estaba enloquecido. El ojete le parpadeaba y la polla le crecía cada vez más, así que Venera le abrió las piernas, le hundió la lengua en el agujero y se puso a hacerle el mejor beso negro de su vida.