Me chupó la polla en el coche a cambio de que la llevara a su casa
Sabía que las amigas de mi hermana eran todas unas zorras, pero nunca pensé que tanto. Esta guarrilla, por ejemplo, me prometió una mamada a cambio de que la llevara a su casa y me la pagó con creces. La verdad es que yo no tenía ni puta gana de llevarla, así que cuando me lo pidió le dije que no. Eso la llevó a hacerme la excitante propuesta y entonces sí, acepté; aunque poco convencido de que cumpliera su promesa. ¡Qué va! La muy zorra se puso a masturbarme en medio del viaje y, apenas detuve el coche, sacó mi polla y se la metió en la boca para mamármela hasta sacarme la leche.