El hijastro mirón acaba follándose a la madrastra
La madrastra no sabía donde meterse cuando descubrió que el hijastro la estaba espiando. ¿Quién se habría creído que es? Si su padre se enterara, seguramente lo echaría de la casa. Al mismo tiempo, se sentía guapa y halagada por estar siendo deseada por un yogurín. Él seguía persiguiéndola con claras intenciones de tener sexo, así que la guarra decidió rendirse y pedirle que sacara la polla para mamársela. ¡Qué rica le supo! Con cada chupada, se iba calentando más y más, a tal punto que acabó pidiéndole que se la follara. Aquel primer polvo entre la madrastra y el hijastro fue tan bueno que desde entonces se lo pasan follando siempre que pueden.