Me follo a la esposa culona de mi amigo para cobrarme el dinero que él me debe
Ese día me cansé de esperar a que mi amigo me pagara el dinero que me debía. Hacía mucho tiempo que había prometido devolvérmelo al mes siguiente. Los años seguían pasando y ni siquiera me llamaba para disculparse. Fue entonces que decidí ir a su casa totalmente decidido a darle una samanta de hostias. Tuvo suerte de que su esposa estuviera presente. No porque no le hubiese pegado delante de ella, sino porque pude negociar unos buenos polvos con la negra culona a cambio de la deuda. A partir de ahora, su culo, su coño y su boca de chupa pollas me pertenecen. Al menos hasta el día en que el cornudo deudor consiga juntar el dinero.