Pillé a mi madrastra masturbándose y me pidió que la ayudara a correrse
Los ruidos que provenían del cuarto de mis padres llamaban tanto la atención que decidí entrar a ver que pasaba y me encontré a la zorra de mi madrastra masturbándose con un consolador dentro del coño. Ella, avergonzada, lo primero que hizo fue pedirme que me fuera pero, inmediatamente, cambió de opinión y me ordenó que entrara, cerrara la puerta y me acercara. Ya le había visto todo: El coño, el culo… y el consolador que la estaba haciendo gemir como a una perra en celo. Ya no había secretos que ocultar, así que me pidió que la ayudara a correrse y se puso a mamarme la polla para dar comienzo a una follada tan espectacular como inolvidable.