Pillé a la abuela masturbándose en el bosque y me la follé
Todos en la casa estaba preocupados porque la abuela había desaparecido así que salí a dar una vuelta para ver si la encontraba. ¡Qué sorpresa me llevé cuando la pillé detrás del bosque, echada sobre el césped, con los dedos en el coño! ¡La vieja se había alejado para hacerse una paja! Yo no podía permitir que la pobre se quedara con las ganas. Evidentemente andaba necesitada de polla, y yo tenía una muy rica para ofrecerle. Primero le comí bien el coño para lubricárselo. Lo necesitaba: hacía años que nadie la penetraba. Cuando se lo puse a punto, le hinqué la tranca y ahí sí, nos pusimos a follar apasionadamente, fundiéndonos en un intenso morreo mientras teníamos nuestro primer orgasmo.