Una ducha caliente con la chica de la limpieza
Mi plan para tener sexo por primera vez con la chica de la limpieza salió a la perfección. Aprenderme su rutina con exactitud fue fundamental, así que cuando descubrí que todas las tardes ella dejaba el baño para el final y a las seis en punto se iba para llegar a tiempo a buscar al hijo, me metí a ducharme justo cuando ella tenía que limpiarlo. Así no tuvo otro remedio que entrar mientras yo estaba en bolas bajo la ducha, y todo fue mucho más fácil. Solo tuve que dejar que me viera el coñito y las tetas para ponerla cachonda, e invitarla a ducharse conmigo para que no llegara tarde. Desnudas bajo la ducha nos besamos, nos abrazamos, nos tocamos, nos masturbamos, nos restregamos los coños y, de haber tenido un consolador cerca, hasta nos hubiésemos follado. Será la próxima. Sabiendo ahora que ella también es lesbiana, sin dudas habrá otra oportunidad.