Mi esposa es la puta de todos en el cine porno
Después de varias experiencias swingers con amigos y gente conocida, a mi esposa se le empezó a antojar tener sexo con desconocidos de una forma muy morbosa. Quería ser la puta de todos en un cine porno, y que cada uno que se la cruzara se la follara. Si bien soy bastante liberal y me gusta verla follar con otros hombres, esta era una experiencia totalmente distinta, pero igual la acompañé y la ayudé a concretarla. La guarra entró mientras la sala estaba vacía y, cuando los hombres empezaron a llegar y encontrársela, no se lo podían creer. ¡La zorra era un regalo del cielo! Obviamente que se la follaron uno tras otro y, como no podía ser de otra manera, le hicieron mamar pollas sin parar mientras yo me masturbaba mirando y grabando todo con mi móvil.