La tía y la hermanastra lo convencieron de hacer un trío
Seguro que este chaval no sabía al levantarse de la cama que aquel sería uno de los días más inolvidables de su vida. De pronto la hermanastra y la tía, que estaba de visita en la casa, se le aparecieron en tetas en el salón, ofreciéndose como un par de putas. ¡Nunca antes había tenido cuatro melones como esos para él solo! Las zorras se habían puesto de acuerdo para hacer un trío, y para eso solo necesitaban que él se les uniera. El chaval acabó follándose a la tía y a la hijastra mientras ellas se tocaban, se besaban y se comían los coños. Obviamente que también le mamaron la polla a dúo, ya que así fue como lo pusieron al cien para terminar de convencerlo.