Mi madrastra no puede quitar los ojos de mi polla
Aunque estaba completamente concentrado en el videojuego, no pude evitar distraerme al notar que mi madrastra no quitaba los ojos de mi polla. Sin quererlo, empecé a calentarme y mi rabo empezó a crecer lentamente hasta alcanzar una erección infernal. La muy zorra, en ese momento, me bajó el cierre, sacó mi polla y se puso a mamármela. ¡Yo estaba en medio de una partida muy importante de Counter-Strike! Por suerte no me pidió que me detuviera y ella sola se desnudó, se sentó sobre mi tranca y comenzó a cabalgarla hasta correrse. ¡Así sí que da gusto tener sexo con la madrastra!