Prisionera follada con las botas puestas en su bienvenida a la cárcel

La bienvenida que le dio el guardia en la cárcel a esta prisionera putona no pudo ser mejor para ella. Es que la zorra es una ninfómana insaciable, y aun pisando la celda por primera vez ya estaba pensando en el sexo. ¿A quién se le ocurre probarse botas y tocarse el coño apenas entrando a la cárcel? El guardia enseguida se dio cuenta de lo puta que era. Supo que a ella no tendría que forzarla ni obligarla a nada. Solita aceptaría mamarle la polla y le entregaría el coño para que se la follara cuando le saliera de los cojones. Sin dudas, el guardia y la zorra de la prisionera nueva acabarán siendo muy buenos amigos.