Quinn Wilde se deja follar para conseguir la firma del contrato de alquiler
Cuando Quinn Wilde ya tenía todo el trato cerrado para alquilar el piso por dos años mas, el dueño del apartamento le dijo que tenía una oferta mejor y que no podía alquilarselo. Lo único que podría hacerlo cambiar de opinión era que Quinn pusiera sus encantos sobre la mesa, lo sedujera y, bajo la promesa de ofrecerle el coño para que se lo taladrara todos los meses al cobrar el alquiler, se lo follara en ese mismo momento. Que la guarra se le pusiera a cuatro patas sobre la cama fue fundamental para que eso sucediera. Después solo bastó con que el guarro la penetrara y se la follara bien follada.