Me dejé llenar el culo de leche para aprobar
Ya no había forma de que salvara el año. Estaba destinada a repetir y ni siquiera estudiando día y noche durante los tres días que faltaban para el examen lograría aprenderme la mitad de lo que necesitaba saber. La llamada del profesor me devolvió la ilusión, aunque cuando me pidió que fuera a su casa para hablar del asunto, supe a lo que me estaba ateniendo. Obviamente, el tío quería follarme. Pero no echarme un polvo cualquiera: El muy cerdo quería romperme el culo y llenármelo de leche. Qué remedio. No me quedó otra opción más que dejarme encular y recibir toda su corrida dentro del ojete calladita la boca.