La madrastra le enseña a la hija a hacer squirting
La rubia nunca había visto a la madrastra masturbándose. Ni siquiera conocía su cuerpo desnudo, así que encontrársela en plena paja, totalmente en pelotas y con la puerta del cuarto abierta, hizo que se llevara una gran sorpresa. Peor fue cuando la madrastra empezó a eyacular. ¿Acaso la zorra era experta en squirting? La hijastra, que nunca había podido lograrlo, no pudo evitar pedirle que se lo enseñara. Entonces, se desnudó, se acostó a su lado al lado de la cama y, aplicando la técnica que le acababa de enseñar la madrastra, acabó eyaculando a chorros sin parar una y otra vez.