Le comí la polla al técnico y lo dejé follarme un poco
El técnico del ordenador era bastante guapo, pero eso no fue lo que me motivó a mamarle la polla. El saber que estábamos solos en casa y que mi esposo no regresaría hasta la noche, me provocó tanto morbo que, casi instintivamente, me puse a coquetearlo. Cuando acabó con el ordenador, me preguntó cómo prefería pagarle y entendí a la primera que me estaba proponiendo cobrarme en carne. Me quité el pantalón, le ordené que se quitara el suyo, saqué mis tetas de la camiseta y empecé a tocarle la polla. Lentamente me fui agachando hasta que me la metí en la boca y, de rodillas, se la chupé un largo rato. Después le pedí que me follara un poco para correrme, y apenas acabé se la volví a mamar hasta vaciarle la polla.