A Kate Quinn se le habia vencido el alquiler
El dueño del piso que alquila Kate Quinn es bastante intolerante. En realidad, Kate también es bastante impuntual con los pagos, y ya era el tercer mes que se atrasaba con el alquiler. El asunto es que el hombre ya le había hecho dos advertencias, y ella ya sabía que de no pagarle en término esta vez, recibiría una multa. Lo que no se imaginaba era que sería un castigo sexual, ya que el hombre se cobró por todos los días de retraso con el único bien que ella tenía para pagarle que a él le interesaba: su cuerpo. Le dio una follada que no se le olvidará jamás. Se la folló bien duro, pellizcándole las tetas, tocándole bien el culo y taladrándole el coño, y le hizo tragar la corrida para que recordara el sabor de su semen durante varias semanas y empezara a pagar a tiempo.