A la madura Sara Jay le pagan el alquiler en carne
Sara Jay supo ser una de las pornostars más calientes y deseadas de la industria del porno, y de aquellos años le queda un cuerpazo envidiable y las ganas constantes de follar. Siendo ya prácticamente una abuela, Sara sigue estando bastante bien, pero no lo suficiente como para ligarse a todos los tíos que necesita. Por eso, cada oportunidad de follar le viene de cojones. El inquilino negro de su casa es uno de sus mas fieles amantes, gracias a que nunca tiene dinero para pagarle. Ella siempre está dispuesta a cobrarle con sexo, y como tiene una polla tremenda, el negro le paga con creces. A Sara le encanta que el negro se la folle, pero lo que mas le gusta es chuparle la polla y masturbarlo con sus enormes tetas.