Alex Black necesita un préstamo y el prestamista está obsesionado con sus tetas
Alex Black debió llevar una camisa menos escotada si lo que pretendía era que el prestamista evaluara exclusivamente su situación financiera para otorgarle el préstamo. Desde que se sentó en la silla, el chaval no paró de mirar las enormes y hermosas tetas que tenía enfrente, así que solo se interesó por encontrar la manera de vérselas, tocárselas y chupárselas. El premio que se llevó fue mucho más que ese. Alex estaba tan desesperada por conseguir el dinero que hasta le chupó la polla y se dejó follar. Después de correrse se sentía muy puta e infiel, pero sabía que si regresaba sin el dinero, el esposo se amargaría más que al enterarse de que le había puesto los cuernos.