Aunque mi madrastra está bastante gorda yo me la follo igual
Tener sexo siempre a mano, en casa y cuando me sale de los cojones es una pasada. Eso es algo que siempre envidié de mi padre, que apenas se divorcia de una tía enseguida se casa con otra. Cada vez se las busca más zorras, y la última es sin dudas la más puta de todas. Aunque es bastante gorda, mi nueva madrastra es una perra en celo que siempre quiere follar. No importa que mi padre esté en casa o no. Por suerte no está casi nunca, pero yo siempre estoy dispuesto a ponerla a comerme la polla y a follármela en las posturas que me pide.