Barbara Gandalf pilla al hijastro espiándola y se lo folla
Barbara Gandalf se estaba excitando tanto bajo la ducha que estaba empezando a tocarse el coño. De repente, descubrió que el pajero del hijastro estaba en la puerta, espiándola y jalándose el rabo. Tuvo suerte el chaval de que la madrastra fuera tan puta, porque cualquier otra tía le hubiera dado una hostia y lo hubiese acusado con su padre. Barbara, en cambio, aprovechó la ocasión. Le ofreció sus grandes tetas para que se las chupara, le comió la polla y se lo llevó al cuarto para que se la follara en la cama. El hijastro no se lo podía creer. Por fin esas tetas, ese culo y ese coño habían sido suyos.