Compartiendo a la zorra de la novia con el nuevo vecino negro
Toda mi vida estuve intentando postergar el sueño de mi novia de comerse un pollón negro enorme hasta que el destino me jugó una mala pasada. Un negro cachas se mudó a nuestro edificio y en cuanto mi novia lo vio quedó alucinada. Empezó a pedirme todo el tiempo que le hablara para hacer un trío y yo me hacía el tonto hasta que un día lo cruzamos en el pasillo y sucedió lo inevitable. Acabamos yendo a nuestro piso y cuando mi novia vio el rabo gigante del negro, se puso a mamárselo desesperada. Después el cabrón se la metió por el culo y se la folló hasta correrse mientras yo le comía el coño como buen cornudo sumiso y obediente.