Compartiendo polla con la gorda fea de la limpieza
El morbo que me daba que la gorda horrenda de la limpieza estuviera dando vueltas por el salón mientras yo estaba con mi esposa era tremendo. Ya una vez la habíamos pillado tocándose mientras nos escuchaba follar detrás de la puerta. Esta vez, estábamos los dos cachondos en el salón y se me ocurrió ofrecerle un espectáculo a la gorda. Le quité las bragas a mi esposa, empecé a a meterle los dedos en el coño y la mujer comenzó a mirarnos disimuladamente. Cuando saqué la polla se le hizo agua la boca, así que me la chupó, le comió el coño a mi esposa y, después de que me follara a mi mujer por el culo, la criada se lo chupó para limpiarle toda la leche.