Descubriendo el lesbianismo con la mejor amiga
Descubrir mi lado lésbico con mi mejor amiga fue lo mejor que me pudo haber pasado. Yo ni siquiera sospechaba de que a ella pudieran gustarle las mujeres, así que me llevé una gran sorpresa al descubrirlo. Lo mejor de todo fue que sucedió mientras yo estaba buscando a alguna tía para iniciarme en el lesbianismo, ya que estaba decidida a dejarme comer el coño y hacer mis primeros cunnilingus. Cumplir mis fantasías con ella fue una pasada. Nos besamos, nos tocamos y acariciamos nuestros cuerpos desnudos con tanta pasión que parecíamos dos lesbianas enamoradas. No sé ni cuantas veces nos corrimos, pero entre pajas, tijeras y comidas de chochos de seguro que no fueron menos de ocho.