Después de espiar a mi madrastra venezolana me la follé y la llené de lefa
Espiar a mi madrastra mientras se cambiaba de ropas no solo me sirvió para verla por primera vez desnuda, sino también para descubrir que la zorra sentía algún tipo de atracción por mí. Es que en ningún momento se inmutó, y aunque me pidió que no la mirara, se dio cuenta de que la estaba espiando y no dijo nada. Fue eso lo que me dio fuerzas para animarme a intentar follármela. Con solo sentarme a su lado me di cuenta de que eso era lo que estaba deseando. La besé, le toqué las tetas y enseguida se puso a comerme la polla. Me la follé bien rico en varias poses diferentes y, al final, me corrí llenándole el coño de lefa.