Después de la fiesta fuimos a casa a hacer un trío con mi novia
Seis años seguidos había estado insistiéndole a mi novia de que nos animáramos a hacer un trío. Tenía muchas ganas de verla follando con otros hombres, y estaba decidido a incursionar en el mundo del swinger. Ella, sin embargo, no tenía ni la más mínima gana y siempre me mandaba a tomar por culo. Por eso, cuando en el casamiento de su amiga se puso a bailar con un chaval calentándolo y frotándose contra su cuerpo, no entendía nada. La cuestión es que estaba tan borracha que ella misma me propuso que nos fuéramos a casa con él para hacer un trío. ¡Qué alegría me dio verla desnuda con la polla de un desconocido en la boca! Sin dudas, ver como se follan a mi novia en mis morros es lo más excitante que me pasó en la vida.