Dos jovencitas lesbianas y un consolador bien grande
Al comprarse este consolador enorme, la vida sexual de estas dos jovencitas lesbianas cambió para siempre. Los cunnilingus, las pajas cruzadas y las tijeras pasaron a un segundo plano, y empezaron a dedicarse a follarse mutuamente una y otra vez durante varias horas. Sin bien siguen comiéndose los coños y les encanta hacerlo en la postura del 69, penetrarse les produce mucho más placer. Evidentemente todavía no pueden dejar las pollas por completo y aun las necesitan para alcanzar sus mejores orgasmos. ¿Será que algún día dejarán de necesitar se penetradas y les alcanzará con chuparse los chochitos y meterse los dedos para ser felices?