El anciano le regaló un robot humano a su joven esposa rubia
Este anciano es consciente de que no puede seguirle el ritmo sexual a su joven esposa rubia. También sabe que ella está con él por el dinero y que lo único que está esperando es que se muera para quedarse con la herencia. El problema es que él sabe que si no le da el sexo que necesita, ella lo buscará fuera de la casa y eso es justamente lo que no quiere. Por eso, para su cumpleaños le regaló un robot humano, con un cuerpazo y una polla para aplaudir de pie. Ahora ya tiene quien se la folle, así que mientras ella le come la polla y lo cabalga como una perra salida, el abuelo se masturba mirando.