El bukkake multitudinario de Lola Emme
Hacer un bukkake era una de las pocas fantasías que le faltaba cumplir a Lola Emme. Si bien ya varios tíos se habían corrido sobre su rostro y muchas veces entre dos o tres a la vez, no los consideraba verdaderos bukkakes. Ella quería que la plastifiquen por completo y le hagan tragar muchos litros de leche. Por eso, ya había rechazado varias propuestas que incluían entre diez y quince tíos. Para ella eran bastante pocos así que aceptó recién cuando le ofrecieron hacerlo con más de cincuenta maromos. Así si se dejó llenar la cara y la boca de leche por completo al punto tal que, por momentos, se atragantaba y no podía respirar.