El chocho de mi hermanastra está hecho a la medida de mi polla
El día en que mi hermanastra y yo llegamos a la conclusión de que nada nos impedía tener sexo juntos, nuestras vidas cambiaron para siempre. Ella es una morena hermosa, con un culo precioso y unas tetas naturales increíbles, perfectamente decoradas con dos elegantes piercings. Ya con eso nomás, consigue ponerme la polla como una piedra y, de por cierto, le encanta lo dura y grande que la tengo. Cuando se me sienta encima, pareciera que su coño y mi rabo fueran dos piezas de un rompecabezas que encajan perfectamente una con la otra, ya que ninguno de los dos ha sentido tanto placer como el que sentimos follando entre nosotros.