El coño peludo de Marta me vuelve loco
Cuando conocí a Marta, la rubia se rasuraba el chochito todas las semanas porque decía que así se veía más joven y guarra. Yo, fanático de los coños peludos, pensé que nunca conseguiría que dejara de hacerlo. Por suerte, estaba muy equivocado. En cuanto le conté sobre mis gustos, se propuso satisfacerme y me sorprendió gratamente. Después de unos cuantos días sin vernos, volvimos a encontrarnos y, cuando nos pusimos a follar, me llevé una grata sorpresa. La rubia se había dejado crecer el vello público y por fín pude follármela con el chocho cubierto de pelos.