El cura sabe que la viuda mexicana Katrina Morena necesita sexo
El cura conoce bien a Katrina Morena. Fueron años de compartir misas en la iglesia, aunque a la hora de las confesiones, la mexicana se guardaba muchos secretos. Una carta de su finado esposo alertó al cura de lo insaciable que era la viuda, y la probable responsabilidad que tenía en la repentina muerte del marido. Evidentemente Katrina era una ninfómana, y el cura estaba dispuesto a saciar su sed de sexo. No le resultó muy difícil. Por algo la zorra ya llevaba puesta su lencería más sexy a pesar del luto. Con solo pasarle la lengua por las tetas, el cura la puso a mil por hora. La viuda se arrodilló para chuparle la polla y, minutos después, ya estaban follando apasionadamente.