El hijastro le dio a Bunny Madison lo que no le da el marido
El hijastro de Bunny Madison siempre había sentido envidia de su padre por el pibón que se estaba follando. La madrastra le parecía la mujer más sexy del universo, y siempre intentaba espiarla cuando andaba con minifaldas para intentar verle el culo. Conocía toda su colección de lencería y hasta se había masturbado oliendo sus bragas, pero recién cuando la escuchó hablando con una amiga y se enteró de que el padre nunca se la follaba, decidió ocupar su rol. Ese día, Bunny estaba de rodillas guardando las bragas y los sujetadores en los cajones cuando, de repente, sintió como una enorme polla penetraba su coño sin permiso. Al voltearse descubrió al hijastro, caliente como nunca, taladrándole el chocho sin parar. La rubia necesitaba tanto una follada que fueron a la cama para seguir follando hasta acabar.