El jefe de la criada asiática solo la quiere para follar
Esta jovencita asiática estaba muy contenta porque acababa de conseguir el trabajo que tanto tiempo había estado buscando, pero la ilusión le duró bastante poco porque enseguida se dio cuenta de que para lo único que el jefe la quería, era para satisfacer sus deseos sexuales. Ya por el uniforme que le hizo poner era fácil deducir que no la quería para que hiciera solamente la limpieza. De hecho, a los diez minutos de haber comenzar a currar, le pidió que le hiciera una mamada. Media hora después, se la estaba follando a cuatro patas. La chacha se había convertido en una prostituta, y la verdad es que no estaba para nada disgustada.