El último castigo de una sumisa que se volvió desobediente
En cuanto el amo de esta esclava rubia tetona se enteró de que estaba pensando seriamente en dejar de obedecerle, se cabreó tanto que decidió que ella ya no se merecía seguir siendo esclava suya. Claro que no iba a liberarla así de fácil, solo porque ella se hubiera vuelto desobediente, así que le dio un último castigo para que nunca se olvidara de él. Esta vez fue mas duro que nunca, utilizando todos sus conocimientos de BDSM para darle tanto dolor como placer al mismo tiempo. Así, después de torturarla, castigarla, humillarla y follarla, la liberó dejándola con la duda de si realmente tenía ganas de ser libre.