Eveline Dellai consigue la polla negra que siempre soñó en las vacaciones
Eveline Dellai se dio cuenta enseguida de que el entrenador del hotel era el negro que toda su vida había soñado para probar el sexo interracial. Miles de pajas se había hecho imaginándose un tío como aquel, con una enorme polla negra, taladrándole el coño a cuatro patas. Soñaba con mamársela de rodillas, mirándolo a los ojos mientras se la metía toda bien adentro de la boca. Tuvo que esperar a que la hermana los dejara a solas para poder follárselo, y por suerte, ese momento llegó justo cuando ella acababa de terminar de ducharse y el negro pegó en la puerta mientras estaba cubierta solo con la toalla. ¡A los dos segundos ya estaba desnuda frente a él!