Fóllame rápido antes de que lleguen nuestros padres
La primera vez que mi hermanastro me folló no me la olvidaré jamás. Estábamos juntos solos en casa, jugando videojuegos como cualquier otro día cuando de repente ambos sentimos que estábamos perdiendo el tiempo. Un simple e inocente comentario provocó que ambos nos pusiéramos a pensar en la posibilidad de echarnos un polvo. Dos segundos después, estábamos morreándonos sobre el sillón. Rápidamente nos quitamos la ropa, nos tocamos, nos chupamos y nos pusimos a follar. Estábamos tan entusiasmados y concentrados en lo nuestro que perdimos la noción del tiempo y casi nos pillaron nuestros padres. Por suerte, nos corrimos un par de minutos antes.