Fui con mi esposa a un campo nudista swinger y todos quedaron fascinados con la rubia nueva
Ir con mi esposa a un campo nudista liberal fue una de las experiencias más morbosas y excitantes de mi vida. Apenas nos vieron entrar, todos empezaron a hablar de la rubia nueva y no le quitaban la mirada de encima. Estaban esperando ansiosamente el momento en que se desnudara, y cuando le vieron las tetas, el culo y el coño, quedaron flipando en colores. A la hora del sexo, todos se le fueron encima. No se si todos se la follaron, pero que ninguno se quedó sin meterle mano estoy seguro. Además, se ha comido más de una polla. Yo, mientras tanto, la miraba sin poder creer lo que estaba viendo y la muy zorra me sonreía y me echaba besos.